Es nuestra última escala del crucero y nos encontramos a 155 Km de Río de Janeiro, donde comenzaremos a desembarcar a las 9 de la mañana de mañana domingo.
Es una de las ciudades más antiguas de Brasil, cuentan que el navegante italiano, de donde le viene el nombre al continente, Américo Vespucio anduvo por aquí. Tiene restos de construcciones militares para su defensa de los piratas como el Fuerte San Mateo y el Morro da Guia, iglesias centenarias y edificios civiles coloniales.
Hoy en día Cabo Frío es una ciudad preparada eminentemente para el turismo por sus kilómetros de fabulosas y extensas playas con dunas de arena blanca, esta zona se le conoce como la Costa del Sol Brasileña y Cabo Frío es su capital. También existen unos lagos y la laguna de Araruama que desagua sus aguas al Atlántico y muy cercanas hay unas pequeñas islas. Desde hace años están desarrollando iniciativas hacia un “turismo verde” declarando parques naturales, tanto terrestres como marítimos.
Cabo Frío también es muy famosa mundialmente por sus muchos talleres donde se fabrican BIKINIS según el diseño de las clientas¡¡¡ y están concentrados en la misma avenida. Que pena me quede sin verla.
Aquí ha sido donde he comenzado a saborear los productos autóctonos del continente americano. Desde un vaso de zumo natural de “açai” que es un fruto de la Amazonía , a un “caldo de cana tropical” (caña de azucar triturada en el momento) en puestos callejeros, a comer comida casera al peso en el restaurante Paladar de la Rua da Padavia Gavinho que os lo recomiendo si pasáis por aquí.
Es un restaurante tipo sel-service (¿se escribe así?), donde los platos quedan limpios como patenas¡¡¡, no como en los sel-services del barco donde al ser gratis la cantidad siempre queda comida y aquí se paga la comida al peso, es decir, el kilo de comida cuesta 24 reales, unos 8 euros, y cada comensal se va echando la cantidad que realmente sabe que se va a comer.
El restaurante tiene a la entrada una isla de varias vitrinas donde la comida se mantiene caliente o fría según el alimento. Los clientes vamos rodeando esta isla y eligiendo el tipo y la cantidad, después pasamos por un control donde se pesa el plato y se abona el precio. El mío pesaba 310 gramos = 7.40 que más una lata de cerveza sumó 10.90 reales, cerca de 4 euros.
Las instalaciones son limpias y el comedor es amplio, dispone de mesas individuales y comunitarias, con aire acondicionado. Estábamos algunos turistas pero la mayoría de los comensales son femeninas, mujeres de mediana edad y jóvenes que por su ropa, casi uniformada, deben ser trabajadoras de la multitud de comercios que hay en los alrededores, pues es una calle muy comercial para la población autóctona, es decir no es una zona turística
Visite el antiguo convento franciscano “Nossa Senhora dos Anjos” (Ntrª. Srª. de los Ángeles) que fue abandonado por la congregación cuando el último miembro falleció hace ya bastantes años, siendo actualmente el Museo de Arte Religioso y Tradicional. Tiene una nave central y una sala que están dedicados a exposiciones pero no me dejan sacar fotos, solo consigo una de una talla en madera de San Francisco con sus pajaritos.
La iglesia de “Nossa Sehhora da Assumpçao” si esta abierta al culto y en su nave central tiene un bonito retablo dedicado a la virgen.
Cabo Frío dispone de gran actividad cultural y es refugio de artistas plásticos y escritores. Visite el teatro Inah de Azevedo que fue una poeta y compositora nacida en la ciudad a principios del siglo XX. Converse con un joven actor-manipulador de marionetas y gracias a él puede visitarlo, ya que estaba cerrado pues iban a ensayar un grupo de jóvenes bailarinas. Es un teatro humilde pero con gran número de actividades.
En los jardines que hay alrededor del teatro existe un grupo escultórico muy bonito realizado en barro-cerámica dedicado al “encuentro de culturas” y refleja el recibimiento que le hicieron los indígenas a los navegantes.
Ya de regreso al muelle para tomar la lancha me encontré con Thiago, Luiz y sus compañeros, que los conocí en el barco. Son un grupo de trabajadores de la TV brasileña que embarcaron en Salvador y nos acompañan procurando que tengamos buena señal de televisión en los camarotes. Chapurrean el español y con mí “chapurreo” en portugués tenemos unas animadas charlas, sobre todo de futbol con Luiz y de política y economía brasileña-española con Thiago, regadas con cervezas sin tapas¡¡¡
Ya en el barco se celebro la última noche de gala, con cena especial y despedida en el teatro de la tripulación por un representante de cada profesión que la forman, y la fiesta final estaba dedicada a Maikel Jacson que como todas las fiestas fue espectacular. A la mañana siguiente desembarcamos en la gran urbe de Río de Janeiro.
Escribir este blogs tienes sus ventajas e inconvenientes. Como llevo un retraso de 10 días, los inconvenientes son para vosotros, que cuando lo leéis no sabéis donde realmente me encuentro en ese momento y una gran ventaja para mí, pues al repasar los apuntes que voy tomando in situ y las fotos … rememoro el viaje y es como si visitara el lugar 2 veces¡¡¡
Hoy 30 de Diciembre me encuentro en Foz de Iguaçu, territorio brasileño, y al mediodía pasare la frontera hacia Argentina para dirigirme a Posadas y recorrer la provincia de Misiones donde esperare al año nuevo.
Que el 2012 sea un año de Paz para toda la Humanidad y sin más sobresaltos.
Besos para ellas, abrazos para ellos, Antonio