2 de junio de 2012

FEDERICO GARCÍA LORCA.1

Hotel Castelar de Buenos Aires. Habitación 704

Uno de mis objetivos al planificar este viaje es darle continuidad al viaje que en Julio de 1.998 realicé con Pili Ruiz, Carmen Blanco y Mari Carmen Rodríguez. Le titule “Viaje en torno a un poeta: F.G.L. (1.898-1.998)” y durante un mes estuvimos recorriendo los lugares que visitó Lorca en España (Madrid, Barcelona, Cadaques, Figueras, …) y en el extranjero (Nueva York y La Habana).

Ahora toca Buenos Aires y Montevideo para finalizar el recorrido por América de Lorca, pero antes de seguir quiero dejar bien claro que no voy buscando en que loseta puso sus pies el poeta, ni donde hizo sus escarceos amorosos, ni donde lloraba en sus momentos de soledad.

No tengo idolatrado a ninguna persona, ni he subido a los altares a nadie. Mí religión me lo prohíbe. Sí, después de haber leído sobre varias religiones y creencias, me he “creado” una religión propia que como único precepto dice: “no desees para tú prójimo lo que no desees para ti”.
Gandhi en Río de Janeiro

Puedo admirar, reconocer y estimar la valía de un deportista como Federico Bahamontes, la obra literaria de un escritor como FGL o Antonio Machado, la trasmisión de paz de Mahatma Gandhi, la tenacidad por luchar para favorecer a los pobres del valenciano Vicente Ferrer, la humildad de la Madre Teresa de Calcuta para entregarse a los desvalidos, a tantas y tantas personas que han defendido la igualdad entre las personas antes que valorar su sexo, color de piel, edad, religión o tendencia sexual, y sobre todo admiro a las millones de mujeres anónimas que desde su parcela intima y callada, han sabido y saben defender y unir a una familia. No, no tengo ídolos que adorar ni verdad absoluta que defender. 

Mí reconocimiento a García Lorca viene de cuando a los 13 años, en el Instituto Padre Suárez de Granada, el entonces profesor de literatura y ya escritor-dramaturgo Don José Martín Recuerda, nos preparaba a la clase para representar una obra de Federico que no llegamos a estrenar por la censura de la época. Desde esa temprana edad y luego más tarde, cuando nuestra querida madre nos contaba las vivencias vividas de cuando el poeta y sus amigos acudían de tertulia al bar-restaurante-freiduría de pescado Casa Félix  que sus padres tenían en la emblemática Plaza de la Mariana de Granada y donde ella y sus hermanas desde niñas (le ponían una caja vacía de pescado para poder llegar al fregadero y limpiar pescado) se habían criado.

Antes de relatar  mis aventuras y desventuras sobre Lorca en estas tierras americanas, me gustaría dejar unos apuntes sobre algunos de los tópicos que rodean la figura de Federico García Lorca, tales como que era un “señorito andaluz”, su homosexualidad y el mito de Lorca a raíz de su vil asesinato. No me considero experto en la vida y obra literaria del poeta, pero algo he leído sobre él.

Su madre era una humilde maestra de escuela rural y su padre un terrateniente-cacique con grandes propiedades en la vega granadina que a sus hijos les facilitaban todas sus necesidades. Desde profesores particulares para sus estudios primarios y secundarios hasta enviar a Federico, a gastos pagado, a “estudiar” a la Residencia de Estudiantes de Madrid donde manejaba dinero para todos sus caprichos, o enviarlo a Nueva York para que se repusiera de un fracaso amoroso. No creo que le faltara ninguna necesidad básica para sobrevivir, pero de ahí a tener un comportamiento humano desconsiderado o despreciativo hacia las personas de menor poder económico o cultural creo que hay una gran diferencia y no tengo constancia de que hiciera uso de la situación desahogada de la familia para menospreciar a ninguna persona. Para mi, la expresión peyorativa de “señorito andaluz” está de más.

Lorca era homosexual, sí, ¿alguien tiene alguna duda?. Aún hay gente que piensa que cuando un hombre heterosexual tiene relaciones sexuales con varias mujeres es un “tío macho” y si ya es con muchas mujeres ya es … “un fuera de serie” y le dan palmaditas en la espalda y le ríen sus chistes malos. Y esas mismas personas cuando observan que una mujer tiene relaciones sexuales con varios o muchos hombres les llaman putas y si es un homosexual ya le llaman depravado, pervertido o enfermo en el mejor de los casos. ¿Hasta cuando se va a seguir diciendo eso?. Lorca era homosexual como la copa de un pino y tenía sus amores o sus escarceos amorosos como cualquier heterosexual hombre o mujer. Ya fuera en Granada, como en Madrid, La Habana, Buenos Aires o en Montevideo.
¿Qué por su vil asesinato fuera declarado escritor universal?. No, ya antes de ser asesinado, sus obras eran leídas en medio mundo y algunas habían sido traducidas a varios idiomas (en 1935 se representaba en ingles en  Nueva York “Bodas de Sangre”). En Buenos Aires y en Montevideo fue recibido con los honores de ser un  gran escritor, sus coetáneos escritores le admiraban como persona y escritor, y ya a partir del año 1933 era independiente económicamente gracias a los derechos de autor de su obra literaria, hecho poco habitual en los escritores, músicos, pintores y artistas en general de todos los tiempos. Si en 20 años escribiendo fue tan prolífero en poemas, conferencias, obras de teatro, dibujos, adaptaciones musicales,… ¿qué hubiera hecho en los siguientes 20 años?. No, García Lorca no debe su gloria literaria al asesinato, más bien su asesinato, como la de miles de españoles que corrieron tan trágica suerte, nos privo de su inmensa imaginación e impidió la continuidad de la obra de unos de los grandes creadores universales del siglo XX. 

Una vez aclarado estos detalles digo que no me considero un “apasionado por Lorca”, simplemente que admiro a su persona y a su obra literaria.

Bueno, pues vamos a lo que íbamos: “Lorca en America Latina”. Comenzaremos por el final que es lo que está ahora de moda en los círculos lorquianos: ¿Esta Lorca enterrado en Salto (Uruguay) desde 1953? (hay escritores que lo sitúan en 1954 y en 1956).

Esto  viene al revuelo que se ha creado en el universo de la cultura a raíz del libro “El amante uruguayo. Una historia real” del escritor peruano afincado en Barcelona Santiago Roncagliolo. Considero que en el siglo XXI, un premio Alfaguara como lo es Roncagliolo y con aspiraciones al premio Cervantes por no decir al Nobel según sus seguidores, tenga que recurrir a la homosexualidad de personas como Benavente, Amorim y Lorca, para publicar un libro y los libros que seguirá escribiendo con su pluma de doble filo, pues tiene a su disposición más de miles de fotografías y cientos de metros de película de cine mudo en blanco y negro, así como todo el material privado y literario publicado o la inédita autobiografía de Enrique Amorim, que la Editorial Alcalá de Granada le compro en 2.008 a su hija adoptiva Liliana Amorim. Y no es que quiera yo silenciar esa faceta de Lorca, bastantes silencios ya hemos tenido, la homosexualidad de Lorca va unida a su persona.
Amorim en la Biblioteca Nacional

Casa de Amorim en Salto (Uruguay)


Lo considero como un insulto a su propia persona, cosa que no me importa, por mucho que el mismo se diga: “…Yo soy una especie de asesino a sueldo de los libros... soy quien hace el trabajo sucio”. Como digo, este escritor, hijo de un ministro en activo del actual gobierno peruano, tiene a su disposición todo el legajo personal de Enrique Amorim, un personaje trotamundos además de millonario y comunista, periodista, escritor costumbrista, mecenas (con intereses) de artistas jóvenes, guionista de cine y polifacético personaje salteño uruguayo que gracias a sus dineros y a su espíritu vanguardista viajaba con frecuencia por Europa y resto del mundo, y estaba al día de todos los inventos y movimientos culturales que había en su época. Conoció, fotografío, filmó y entablo buena amistad con artistas de todas las artes y ciencias, como Neruda, Picasso, Jorge Luis Borges, Charles Chaplin, Rafael Alberti, María Teresa León, Horacio Quiroga, Atahualpa Yupanqui, Nicolás Guillen, …. Por su casa “Las Nubes”, declarada Monumento Histórico Nacional en 1973, pasaron muchos de ellos y tuvieron sus tertulias y fiestas. En Estados Unidos conoció a Walt Disney y en Hollywood estuvo viviendo varias temporadas, siendo un precursor del cine en América latina y especialmente en Uruguay.
Que yo sepa, y en tan corto periodo de tiempo, ya se han alzado voces con suficiente peso, poniendo a Roncagliolo en entredicho y tildándolo de oportunista cuando no de faltar a la realidad. 
El pasado 21 de Febrero, en una entrevista publicada por La Onda Digital de Montevideo, el arquitecto uruguayo Rodríguez Musmanno que participó en la construcción del monumento y era amigo personal de Amorím, desmiente algunos comentarios vertidos en el libro. 
Y el 15 de Marzo último, Manuel Olarreaga, que fue amigo personal de Amorim y ha sido secretario-consultor del MERCOSUR y docente de la Universidad Católica de Uruguay hasta 2010, ha publicado una carta en el semanario BUSQUEDA de Montevideo, cuestionando algunas afirmaciones hechas por Roncagliolo.

Auto de Amorim en Febrero de 2012

No lo se. No se si Lorca esta enterrado en Salto. Hay que remontarse a los años 1933 y 1934 cuando comienza la amistad y muy posible relación amorosa entre Enrique Amorim y García Lorca. Ambos se conocieron en Buenos Aires. Lorca no había salido de un homenaje a su persona y a sus obras cuando ya estaba entrando a otro y Amorim, personaje que entre otras cosas vivía para salir en la foto, consiguió entrar en el círculo de sus nuevas amistades americanas y allí en Buenos Ares, como digo, comenzó una amistad que continuó en Montevideo siendo celebre una anécdota. Se encontraba Lorca en una animada charla con unos amigos en un café de Montevideo cuando aparece Amorim en su gran auto, toca repetidamente el claxon y Lorca, al percatarse de quien era, abandona apresuradamente la reunión para marcharse con su amigo. Sus amigos, anfitriones del poeta en Montevideo, el poeta y critico además de embajador de España en Uruguay Enrique Diez Canedo y Juan Reforzo esposo de la actriz Lola Membrives, decían: “Nos han secuestrado a Federico”. La anécdota no dice nada o dice mucho.

Pues bien, entre finales de 1952 y comienzos de 1953, Enrique Amorim estuvo perdido voluntariamente durante varios meses. Ni su familia ni amistades sabían donde se encontraba. Cuando volvió le encargo a su familia que cuando falleciera se destruyera su pasaporte, cosa que hizo su hija en 1.960.
Construcción del muro en 1953

Inaguración en Diciembre-1953

Margarita Xirgú en la inaguración

Margarita Xirgú y Concepción Zorrilla

Cuando vuelve a Salto traía la imperiosa idea de hacerle un monumento a Lorca en su ciudad natal, siendo el primer monumento en el mundo que se levanta en honor del poeta granadino. Esta situado en las afueras de Salto, en el paraje conocido como “El Saladero” o de “Los Corralitos” junto al gran río Uruguay que hace frontera entre Salto y la ciudad de Concordia en territorio argentino. Consiste en un muro de aproximadamente unos 4 metros de largo por 2,50 de altura y un grosor de 50 cm. En la cara del muro que mira hacia la carretera está escrito, con letras blancas, el último verso del poema que le dedico Antonio Machado a Lorca: “El crimen fue en Granada”. A la inauguración del monumento acudieron personalidades locales, publico en general y la actriz barcelonesa afincada en aquella época en Montevideo, Margarita Xirgú junto a varios componentes de su elenco de actores entre ellos el actor español Alberto Closas y la joven actriz uruguaya conocida como la “china Zorrilla” y que el pasado día 14 de Marzo, a sus 90 años, se despidió de los escenarios en el Teatro Nacional Cervantes de Buenos Aires. Pues como digo, Margarita recitó-interpretó un fragmento de la obra “Bodas de Sangre”. Probablemente, como recoge el periodista uruguayo Abelardo Rondan, interpretara las escenas de la discusión de la madre con su hijo: “…. Malditas sean las armas y quienes las fabrican, ya sea navajas o escopetas, si con ellas han de cortar en las gargantas de las madres y de raíz un grito…”


Publicada el 17-11-1969 en EL DIA de Montevideo

Público asistente
Más público

No acudieron todos los escritores e intelectuales que Amorim invitó, pero según las fotografías y las reseñas periodísticas de la época si fue un acto muy popular. Hay una anécdota de este acto que ya la contaba en El País de Cataluña en Julio de 2001 el escritor, periodista y profesor Marcos Ordóñez. Decía que un paisano gaucho al final del acto se acerco a Margarita Xirgú y al haberla visto tan emocionada interpretando y vestida toda de negro, le dio el pésame por la perdida de “su hijo”.

Pues bien, al final del acto, Enrique Amorim deposito en un hoyo junto al muro, una caja de madera y al mismo tiempo dijo:“aquí yace Federico”. Parece que solo pronuncio esas palabras.

VIDEO:




Que en el periodo de tiempo en que Amorim estuvo “perdido”  (1.953) hubiera estado en España negociando con los militares franquistas el recuperar el cadáver o que lo hubiera robado del la fosa común de un barranco de entre Viznar y Alfacar, lo veo poco probable y menos el saber identificar sus restos, sin haber contado con las tecnologías que hoy en día existe sobre el ADN, de entre los de los 2 banderilleros albaicineros y el del maestro de escuela republicano, Dioscoro Galindo, que conjuntamente fueron asesinados aquella fatídica noche de Agosto de 1.936.

Como nota curiosa, conviene señalar que en Febrero de1.937, Enrique Amorim tuvo una participación muy activa en el traslado de las cenizas de su amigo el escritor salteño Horacio Quiroga desde Buenos Aires al cementerio de Salto y años después, también a iniciativa de Amorim, fueron trasladadas al paraje de la Costanera junto al monumento de Lorca. Actualmente las cenizas de Quiroga se encuentran en la “Casa-Museo Quiroga” de Salto.
Para mí, yo pienso que lo que contenía aquella caja eran objetos, fotografías y recuerdos personales de ambos, y metafóricamente, para Amorim, efectivamente allí yace Federico.

Y colorín colorado, esta historia no ha hecho más que empezar.

NOTA.- Las fotografías antiguas me las han facilitado en el CIDDAE y en la Biblioteca Nacional de Montevideo. Mi agradecimiento al personal de ambas instituciones por las facilidades que me dieron.